Los inicios: un taller en Dinamarca (1932)
La historia de LEGO comenzó en 1932, en Billund, Dinamarca, cuando Ole Kirk Christiansen, un humilde carpintero,
decidió fabricar juguetes de madera durante la Gran Depresión. Su taller se centró en la calidad y la creatividad,
siguiendo el lema que más tarde se convertiría en el alma de LEGO: “Solo lo mejor es suficientemente bueno”.
El nacimiento del nombre LEGO
En 1934, Ole combinó dos palabras danesas: “Leg godt”, que significa “Juega bien”.
Así nació la palabra LEGO, un nombre que se convertiría en sinónimo de imaginación, juego y aprendizaje.
Sin embargo, en ese momento la empresa todavía producía juguetes de madera.
El cambio revolucionario: los bloques de plástico (1949)
Después de la Segunda Guerra Mundial, Ole y su hijo Godtfred Kirk Christiansen descubrieron una máquina
de moldeo por inyección de plástico. En 1949, fabricaron los primeros bloques de plástico interconectables,
llamados “Automatic Binding Bricks”, el antecesor del actual bloque LEGO.
La patente del bloque moderno (1958)
En 1958, LEGO patentó su sistema de unión con tubos interiores, lo que hizo que las piezas encajaran de forma precisa y estable.
Este diseño sigue siendo la base de todos los sets LEGO actuales. Ese mismo año, Ole falleció,
pero su hijo continuó expandiendo la compañía con el mismo espíritu creativo.
La expansión al mundo entero
Durante las décadas de 1970 y 1980, LEGO introdujo las minifiguras, los temas icónicos como LEGO City, Space y Castle,
y en 1999 comenzó a colaborar con franquicias como Star Wars y Harry Potter.
Hoy, LEGO es un símbolo mundial de creatividad, educación y diversión sin límites.